Romance de la niña negra

 

I

Toda vestida de blanco,

almidonada y compuesta,

en la puerta de su casa

estaba la niña negra.

 

Un erguido moño blanco

decoraba su cabeza;

collares de cuentas rojas

al cuello la dabn vueltas.

 

Las otras niñas del barrio

jugaban en la vereda;

las otras niñas del barrio

nunca jugaban con ella.

 

Toda vestida de blanco,

almidonada y compuesta,

en un silencio sin lágrimas,

lloraba la niña negra.

 

 

II

Toda vestida de blanco,

almidonada y compuesta,

en su féretro de pino

reposa la niña negra.

 

A la presencia de Dios,

un ángel blanco la lleva;

la niña negra no sabe

si ha de estar triste o contenta.

 

Dios la mira dulcemente,

la acaricia la cabeza

y un lindo par de alas blancas

a sus espaldas sujeta.

 

Los dientes de mazamorra

brillan a la niña negra.

Dios llama a todos los ángeles

y dice: «ˇJugad con ella!»

 

--Luis Cané (Argentina)