Declaración a Granada
(3)
Te siento como un dolor de agua escondida
al que es inútil que le busque un nombre.
Te quiero como a la vida
que late en el pulso del hombre.
Te quiero porque me dueles,
porque quiero que me quieras,
porque te siento de veras
dentro de mí...y-¡no te enceles,
ay!-¡porque me desesperas!
Porque no entiendo la clave
de tu belleza: y se me acaba
en la palabra muerta-la flor, la fuente, el ave-
toda la melodía que para ti guardaba.
Porque esta es la pura fe
de un cariño verdadero;
tan sin razón ni porqué,
que no sé por qué te quiero.
Ni sé de dónde me sale
-¡ay amor
que no hay amor que le iguale!-
este amor: puro dolor
sin formas y sin confines...
¿Quién sabe por tus jardines
en dónde está el ruiseñor?
--José María Pemán
Antología poética