Causa de ternura
Y así
como soy,
a veces,
el más turbio
de los hombres,
hay también días,
como ahora,
en los que soy
el más claro
de todos
y el más propenso
a la ternura.
Ahora
podría besar
al mundo entero
y ser el más noble
de todos los naranjos
del planeta.
Ahora
bastaría
las más simple palabra
o el gesto sencillo,
para hacerme inmensamente
dichoso y hacerte catedralmente
feliz. Por eso no te olvides
de estas palabras,
mi dulce visitante:
nada de su humandidad
debe negar el hombre
ni su lodo, ni sus estrellas!
--Otto René Castillo
Para que no cayera la esperanza