Emanción de ti

 

Emanción de ti, pendra tardía,

un blando sol doraba el alto muro,

y yo me prenguntaba, ya inseguro,

si vería tus ojos todavía.

 

Y para adivinar si te quería,

junté mi voluntad en un conjuro;

pero mi voluntad huyó de suyo,

como la derramada luz del día.

 

...Una última ceja de la tarde,

última libertad, último gozo,

última paz, última fortaleza...

 

Llega la noche y me defiende en balde,

porque tus zapatitos cautelosos

ya venían pisando mi conciencia.

 

--Alfonso Reyes

Obra poética, 1952